Palabras clave: Atención a la Salud; Formación; Maternidad; Matronas; Redes Sociales.

Keywords: Health Care; Maternity; Midwives; Social Networking; Training.

En la actualidad, la maternidad está muy vinculada a las redes sociales, ya que estas han transformado la forma en que las madres comparten sus experiencias del embarazo, el parto y la crianza. Se han convertido en espacios donde las mujeres pueden encontrar apoyo e inspiración, sobre todo desde la pandemia por el Covid-19, donde las tecnologías digitales se plantearon como prácticamente la única salida al exterior ante la nueva situación de aislamiento, haciendo que lo digital entrara en los hogares de todo el mundo, para la búsqueda de la interconexión social.

Las plataformas como Tik Tok, Instagram o Facebook, son lugares donde las madres muestran su día a día, se publican vídeos, historias, fotos, relatos; desde los momentos más dulces y tiernos hasta los más duros y difíciles.

Esto puede ayudar o no a normalizar la maternidad, permite que otras madres se sientan menos solas en esta etapa. Además, muchas utilizan estas plataformas para compartir consejos, trucos y recursos útiles, creando una red de apoyo importante.

El acceso a información y experiencias compartidas puede ser particularmente enriquecedor durante los períodos posteriores al nacimiento y en la primera infancia, particularmente para las madres que descubren que su red familiar inmediata no satisface sus necesidades de información o apoyo.

Sin embargo, también hay un lado oscuro. La presión de mostrar una maternidad "perfecta" puede ser devastadora. Las imágenes meticulosamente preparadas y las historias de éxito, como las de las llamadas “celebrity mums” (actrices o modelos famosas que son madres) que han llenado las redes sociales, posando como madres devotas y felices, que se sienten transformadas y plenas a raíz de su maternidad. Y que no ha supuesto ninguna renuncia en su carrera profesional ni ha dejado ningún rastro en su cuerpo, lo que puede llevar a comparaciones poco saludables y a la sensación de que no se está haciendo lo suficiente. Es importante recordar que cada experiencia es única y no es necesario tener todo bajo control.

Por todo ello, las redes sociales pueden ser una herramienta poderosa para la maternidad, ofreciendo apoyo y conexión. Pero también pueden crear conflicto, por lo que es fundamental abordar su uso con una mentalidad crítica y recordar que la autenticidad es lo que realmente importa.

Las matronas en las redes sociales podemos desempeñar un papel fundamental en la atención a la salud materna y neonatal, brindando apoyo emocional y físico, así como educación sobre el proceso de la maternidad. Las matronas no solo hacemos partos, acompañamos a las mujeres a lo largo de toda su vida y cuidamos de su salud sexual y reproductiva, ya que cada etapa y cada mujer son diferentes. Nuestra formación basada en el conocimiento y la evidencia científica nos avala.

Además, las redes sociales nos permiten a las matronas conectarnos con otros profesionales, intercambiar experiencias y mantenernos actualizadas sobre las últimas investigaciones y prácticas en nuestro campo. Ya que tienen un papel clave en la difusión científica, por la facilidad con la que se elabora el mensaje, el inmediato alcance que brinda y la oportunidad de establecer una discusión.

A través de estas plataformas, las matronas compartimos información valiosa sobre el embarazo, el parto y la crianza, así como la creación de comunidades de apoyo para futuras mamás y familias. También utilizamos estas plataformas para desmitificar tradiciones y ofrecer consejos basados en evidencia, lo que puede ser muy beneficioso para las personas que buscan información fiable y con garantía. Y así combatir la información errónea, noticias falsas y rumores que se empiezan a propagar por las redes sociales.

Cuando lees que personas conocidas en estas plataformas comparten su perspectiva sobre la maternidad, y sugieren que el personal sanitario y, en particular, las matronas, tienen poca formación, inquieta, ya que estas afirmaciones son falsas y pueden poner en peligro la salud de las mujeres y desprestigiar una profesión tan antigua como la humanidad.

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